31 de octubre, día en que se celebra Halloween. Aunque no es una fiesta típicamente originaria de España,
en los últimos años se celebra cada vez más. Esto se debe en parte a la
influencia que ejerce la televisión en nuestra sociedad.
Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de
recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario
se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más
común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
En Halloween los niños y jóvenes se
disfrazan de personajes
terroríficos para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de
puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase “truco o trato“.
La historia del Halloween se remonta a
hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del
verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El
ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese
último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios
y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo,
los poblados celtas ensuciaban las casas y las “decoraban” con huesos,
calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos se
guiaran por medio de estos hasta llegar a un lugar mejor. De ahí viene
la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual
víspera de todos los santos y también los disfraces.
Se dice que la noche de Halloween, la puerta que separaba el
mundo de los vivos del Más Allá se abría y los espíritus de los
difuntos hacían una procesión en los pueblos en los que vivían. En esa
noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que
los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en
la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si
había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a
sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la
noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.
Este Halloween la maestra nos propuso hacer un
disfraz muy terrorífico, económico y realizado con materiales reciclados.
Se me ocurrió varias ideas como la típica maquina de rayos x o hacer una alas de murciélago con cartón y disfrazarme de murciélago con un vestido negro etc.
Se me ocurrió varias ideas como la típica maquina de rayos x o hacer una alas de murciélago con cartón y disfrazarme de murciélago con un vestido negro etc.
Como hace poco tiempo vi la película de "
Emoji " en el cine,al final se me ocurrió hacerme con cartón dos iconos con cara
muy terroríficas. Y como complemento me hice una diadema también con iconos.
Para hacer la diadema necesitaremos los
siguientes materiales y ayuda de un adulto si fuera necesario:
- Un lazo amarillo,
- dos bolas pequeñas de poliespam,
- pintura de color amarilla,
- alambre,
- rotuladores,
- ojos y
- silicona liquida.
Los pasos a seguir son los siguientes:
- Cortamos dos alambres de igual tamaño y lo sujetamos a la diadema, después cogemos el lazo y lo pegamos a uno de los extremos de la diadema; y empezamos a forrar la diadema y los alambres hasta el otro extremo.
- Cogemos las bolas de poliespam la pintamos de amarillo, la dejamos secar y pegamos al alambre.
- Una vez seca pegamos los ojos y con los rotuladores dibujamos las caras.
Aquí esta mi hermana CAROLINA con unas de las dos cara del disfraz y con la diadema puesta.
En clase CAROLINA ha echo esta manualidad tan guay, es un murciélago unido por un palo de helado.
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